Las Buenas Noticias de Jesucristo
El Carácter de Dios
Dios existe. Dios nunca cambia. Dios es infinitamente santo, justo, recto, sabio, eterno y compasivo. Dios es amor. Dios es creador; nos creyó a su imagen. Dios nos conoce y nos ama perfectamente. Dios es conocible; Él se ha revelado a nosotros a través de su hijo Jesucristo y su palabra, la Biblia. (Génesis 1: 1, Juan 1:18, Juan 3:16, 1 Juan 4:6)
La Naturaleza Humana
Somos culpables ante Dios. Todos pecamos y por eso no podemos participar de la gloria de Dios (Romanos 3:23). Somos muertos espiritualmente, guiados por Satanás y la naturaleza pecaminosa. Somos separados de Dios y enemigos de Dios. Somos eslavos del pecado.
Hace tiempo ustedes estaban espiritualmente muertos a causa de sus pecados y sus ofensas contra Dios. Antes vivían pecando, igual que todo el mundo, y se dejaban guiar por el que gobierna las fuerzas de maldad que están en el aire y que todavía actúa por medio de los que desobedecen a Dios. Todos nosotros vivíamos así antes. Nuestra forma de vida era complacer los deseos perversos de nuestra naturaleza carnal. Hacíamos cualquier cosa que la naturaleza carnal deseara o que la mente pudiera imaginar. Tal como los demás, merecíamos que Dios nos castigara con su enojo. (Efesios 2:1-4a)
Antes, ustedes estaban alejados de Dios y su manera de pensar los hacía enemigos de Dios porque practicaban la maldad. (Colosenses 1:21)
Cuando eran esclavos del pecado, no vivían al servicio de la justicia. ¿Y qué sacaron con eso? Sólo cosas de las que ahora sienten vergüenza y que llevan a la muerte. (Romanos 6:20-21)
¿Quién es Jesús y que hizo por usted?
Jesús es Dios. Dejó el cielo, tomó carne, vivió sin pecado obedeciendo la voluntad del Padre, realizó milagros para comprobar su afirmación de ser Dios, murió como sustituto, resucitó al tercer día para cumplir las escrituras, apareció por 40 días, regresó al Cielo, e actualmente intercede por nosotros. Jesús regresará. La muerte y resurrección de Jesús hizo posible la salvación del pecador culpable, muerto en espíritu, enemigo de Dios y esclavo del pecado.
De Culpables a Perdonados: Antes ustedes estaban espiritualmente muertos debido a sus pecados y al no tener la circuncisión en su cuerpo. Sin embargo junto con Cristo Dios les dio la vida porque nos perdonó generosamente todos los pecados. Teníamos una deuda porque no cumplimos las leyes de Dios. La cuenta de cobro tenía todos los cargos contra nosotros, pero Dios nos perdonó la deuda y clavó la cuenta en la cruz. Él venció a todos los poderes y fuerzas espirituales a través de la cruz, desarmándolos y obligándolos a desfilar derrotados ante el mundo. (Colosenses 2:13-15)
De Muertos a Vivos en Cristo: Si alguien está unido a Cristo, hay una nueva creación. Lo viejo ha desaparecido y todo queda renovado (2 Corintios 5:17)
De Separados a Reconciliados: Además, ahora nos alegramos por lo que Dios ha hecho ya que tenemos amistad con Dios a través de nuestro Señor Jesucristo. (Romanos 5:11)
De Enemigos de Dios a Hijos de Dios, Amigos de Dios: Pero a los que lo aceptaron y creyeron en él, les dio el derecho de ser hijos de Dios. (Juan 1:12)
De Esclavos a Libres: Pero ahora, liberados del pecado, se han hecho esclavos de Dios. Como resultado, se dedican sólo a Dios y eso los llevará a la vida eterna. (Romanos 6:22)
¿Cómo responder?
Al reconocer la perdición absoluta del ser humano y las buenas noticias de salvación en Jesucristo, el deber del pecador es arrepentimiento sincero y la puesta de fe plenamente en Jesucristo. La salvación es por la gracia de Dios, no por obras de nosotros.
Jesús fue a Galilea y comenzó a anunciar la buena noticia de parte de Dios. Él decía: «Ha llegado el momento, el reino de Dios ya está cerca. Cambien su manera de pensar y de vivir, crean en la buena noticia». (Marcos 1:14b-15, considere también Hechos 2:38-39)
Ustedes fueron salvos gracias a la generosidad de Dios porque tuvieron fe. No se salvaron a sí mismos, su salvación fue un regalo de Dios. La salvación no es algo que ustedes hayan conseguido, pues nadie puede decir que se salvó a sí mismo. (Efesios 2:8-9)
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Sería para nosotros un privilegio hablar con usted más sobre Nueva Vida en Cristo.